3 trucos de cómicos para que tus presentaciones no aburran
Y no, no hace falta que cuentes chistes
La mayoría de profesionales que tienen que hablar en público piensan lo mismo:
“yo no sé hacer gracia.”
Perfecto. No hace falta.
¿El humor y los chistes son una gran herramienta para una charla? Por supuesto, pero si alguna vez has explicado un chiste que te parecía graciosísimo y nadie se rió ya sabes lo difícil que es.
Sin embargo si quieres que te escuchen, puedes copiar tres ideas de los cómicos. No solo para hacer reír.
Sino para hablar mejor, enganchar más y dejar huella.
Aquí van.
1️⃣ Pausas más largas de lo que te parece normal
Los buenos cómicos dominan el silencio.
Una pausa bien puesta enfoca la atención. Da aire. Carga de tensión lo que viene después.
Nada peor que ese orador que tiene una sola nota y la repite hasta la saciedad. Eso consigue crear una música monocorde en tu cabeza a la que es muy difícil engancharse.
Los cambios de ritmo son como el regate en el fútbol, esquivan el aburrimiento y la distracción. Por eso el silencio es tu arma secreta.
Cuando digas una idea importante, calla. Simplemente, calla.
Dos segundos.
Te parecerá eterno. No lo es.
💡 Truco extra: haz la pausa justo antes de la frase clave.
Así se convierte en titular. Y se queda.2️⃣ La estructura clásica: setup + punchline
Hay muchas estructuras de chistes que son de gran ayuda incluso para los grandes cómicos.
Pero si lo tuyo no son los monólogos de comedia tal vez este truco te pueda ser útil para introducir algo de humor sin pretender ser Leo Harlem (un grande).
Como te decimos, hay muchas maneras de crear un chiste. Hoy te traemos una que no es complicada y que cualquier puede utilizar.
Se conoce como setup + punchline y se construye así:
1 Una frase que prepara el terreno
2 Otra que rompe la expectativa
No hace falta que tu presentación provoque carcajadas.
Pero sí que puedes usar esta estructura para captar atención y soltar verdades con más fuerza.
Ejemplo:
“Muchas empresas dicen que el cliente siempre tiene la razón... pero solo hasta que empieza a pagar tarde.”
Y otro más.
Ejemplo:
“Invertimos en transformación digital…
pero seguimos mandando los presupuestos en PDF por WhatsApp.”
Funciona porque sorprende. Y la sorpresa se recuerda.
3️⃣ Cierra con algo que se quede
Los cómicos no terminan con un “gracias por vuestra atención”. Tampoco escucharás algo así en ninguna gran charla porque es una forma horrorosa de desperdiciar uno de los momentos más importantes de cualquier charla.
En lugar de hacer eso, a menudo cierran con una frase que remata todo lo anterior.
Una línea final que deja marca.
En tu próxima charla, piensa el cierre como si fuera el final de un monólogo.
No tiene que ser gracioso. Pero sí contundente.
Tres ejemplos:
“No hace falta tener todas las respuestas. Basta con hacer las preguntas correctas… y atreverse a escuchar lo que venga.”
“Si después de esta charla haces lo mismo que antes… entonces no ha servido de nada. Y si haces algo distinto, que sea porque tiene sentido. No porque yo lo diga.”
“Dicen que hablar en público da miedo.
A mí me daría más miedo tener algo importante que decir… y no atreverme a compartirlo.”
Sueltas eso, te callas y dices “¡Muchas gracias!". Solo te queda escuchar los aplausos
Cómo va nuestro nuevo curso
Ya te hemos contado que estamos cocinando un curso, de la idea al escenario.
Ahora mismo la parte de vídeo ya está completamente acabada y estamos preparando los materiales adicionales, así que ya podemos confirmarte los módulos del curso:
Introducción
Módulo 1: Punto de partida, definiendo la charla
Módulo 2: Estructurando el mensaje
Módulo 3: El poder del storytelling
Módulo 4: Escribiendo el guion
Módulo 5: Creando apoyos visuales
Módulo 6: Dominando la voz y el lenguaje corporal
Módulo 7: Ensayo y mejora continua
Módulo 8: En el escenario. Presentación en directo
Módulo 9: Después de la charla – Feedback y crecimiento
¿Qué te parece, te mola?
Además, cada módulo va acompañado de charlas de ejemplo de las que puedes aprender un montón de cada punto en particular. Nuestra idea es que las puedes ver dos veces, una para disfrutarlas y la segunda para analizarlas con bisturí de aprendiz.
Pero no solo eso, hemos acompañado el curso de otros materiales adicionales que complementan todo lo que explicamos, como ejercicios o recursos extra.
Son tres horas de contenido en vídeo más todos los ejercicios, recursos y vídeos adicionales para seguir trabajando. Francamente, nos parece un pedazo de curso ahora que está ya casi acabado. Ojalá nosotros hubiéramos tenido acceso a algo así cuando estábamos empezando como conferenciantes…
Por cierto, seguimos sin título definitivo. No es casualidad, hemos preferido dejarlo para el final para no empezar la casa por el tejado.
Eso sí, aceptamos sugerencias, ¿ideas? Te leemos en comentarios.
Charla recomendada
¿Puede el humor ser una herramienta para decir cosas serias?
Chris Bliss, comediante y defensor de la libertad de expresión, lo demuestra con una charla tan afilada como entretenida.
Partiendo de la idea de que el humor no es solo entretenimiento, sino una forma de traducción emocional, Bliss defiende que reírnos juntos es una de las formas más potentes de conexión humana. No se trata de evitar los temas difíciles, sino de abordarlos con inteligencia, empatía y una sonrisa.
La charla es un ejemplo brillante de ritmo, estructura y uso de recursos del stand-up aplicados a un mensaje profundo. Si estás preparando una presentación, puedes fijarte en cómo Bliss:
– usa las pausas para reforzar ideas,
– intercala anécdotas y datos sin perder el hilo,
– y remata con una conclusión que deja poso.
Ideal para quienes quieren comunicar con autenticidad sin sonar ni cursis ni rígidos. No hace falta ser gracioso. Pero sí conviene saber por qué el humor funciona… y cuándo usarlo.
¡Un segundo!, Todavía tenemos algo más que contarte 😘
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