A diario escucho historias desgarradoras...
…de personas que huyen por salvar la vida, a través de peligrosas fronteras y mares hostiles. Pero hay una historia que me quita el sueño de noche y es la de Doaa.
Así de fuerte, así de potente empezaba la charla de Melissa Fleming en TEDxThessaloniki de junio de 2015. La guerra en Siria había recrudecido y el mar Mediterráneo se estaba llenando de cadáveres para vergüenza de todos nosotros.
En pocas palabras Melissa capta perfectamente la atención de la audiencia que en ese momento estaba en el auditorio. Además acompaña la voz con una expresión corporal perfectamente alineada con la gravedad de lo que cuenta.
Es difícil escuchar esas primeras líneas y no querer saber más acerca de lo que le sucedió a Doaa, un auténtico y trágico periplo. Una historia triste, muy triste, pero con un final feliz. O, por lo menos, agridulce.
Este es un ejemplo claro de gran apertura de una charla. Melissa, que por aquel entonces era la Jefe de comunicaciones globales del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, podría haber escogido otro enfoque. Uno del tipo “dejen que les cuente la importancia de la situación”. Y haberse apoyado en datos, cifras y gráficos demoledores. Algo muy racional, muy lógico, muy analítico. Pero eso no habría funcionado, no habría tenido la potencia que tiene esa charla tal y como está.
Melissa sabía que la clave para captar la atención de tu audiencia está en esos primeros segundos. Toda su charla se centra en el relato sobre Doaa, abriendo un interesante arco narrativo en el medio para hacer una reflexión acerca de la respuesta de las autoridades. Parece que deja la historia a medias pero no, solo es un gancho pensado para que permanezcas ahí con los cinco sentidos, esperando el desenlace. Y cuando completa esa parte, enfoca una emocionante parte final que nos desvela el final de la historia.
Es un planteamiento muy inteligente y del que podemos tomar buena nota. Pero no es el único ejemplo, obviamente, de gran apertura. Aquí tienes tres más que te pueden servir en tu próxima presentación. Ojo, no nos referimos a copiar literalmente, sino a que te inspires en esas estrategias para adaptarlas a tu propia voz y estilo:
Jamie Oliver, en 2010 y cuando todavía no era tan archiconocido, abrió su charla así: “En los próximos 18 minutos que durará mi charla 4 norteamericanos morirán debido a la comida que comen.”
Contundente, no te deja mirar hacia otro lado.
Carin Bondar, en 2013, empezó su divertida charla así: “¿Alguien en la sala ha pensado en sexo hoy?”
¿La respuesta? Sonrisas por todo el auditorio. Por cierto, su charla no va exactamente de lo que estás pensando 😉.
Amy Cuddy, en 2012, dijo para abrir su charla: “Quiero empezar con un truco gratuito y no tecnológico para mejorar su vida que solo requiere esto: que cambie su postura durante 2 minutos.”
Interesante, te deja con ganas de saber más: ¿cómo podría mejorar mi vida con solo cambiar de postura?
Mira, hay dos momentos clave en cualquier charla: la apertura y el cierre. Y no es casualidad, son los dos momentos cognitivos más importantes para tu audiencia. El objetivo de la apertura no es otro que captar su atención, tan frágil, tan fragmentada, para que avancen a través de tu relato. Recuerda que una charla, una presentación, no deja de ser un viaje del punto A hacia el punto B.
Y la apertura no es más que ese primer paso, ningún camino se hizo sin el primer paso.
La charla recomendada
Bueno, después de hablarte de la Melissa Fleming casi seguro que te has quedado con ganas de más. Su charla es espectacular y es uno de los casos que analizamos en nuestro libro “Hablar en público en 4 pasos”. En este caso ella utiliza la estructura del Viaje del Héroe con alguna variante, de hecho es una charla de la que se pueden sacar un montón de aprendizajes, no solo de la apertura.
Pero en este caso es especialmente importante que te fijes en los primeros minutos y los detalles que hemos comentado. Fíjate en el arranque y de qué manera va desarrollando el relato, paso a paso, con sensibilidad y detalle. Pero a la vez con contundencia cuando se necesita. Firmeza, empatía y determinación a partes iguales.
Échale un vistazo y entenderás nuestro momento fan en TEDGlobal 2015.