Cómo memorizar tu charla sin parecer un robot
Cuando de charlas y presentaciones se trata hay dos elementos que chocan entre sí.
Por un lado, le pedimos a todo el mundo que parezca natural. Que su charla no sea impostada. Básicamente porque es algo que se nota a una legua de distancia.
Cuando ves a alguien que fuerza las expresiones, que claramente ves y notas que exagera simplemente ya no le crees. Y si pierdes a tu audiencia por culpa de la falta de credibilidad ya no tiene remedio.
Bien, te decíamos que había dos elementos que chocan entre sí. El segundo es la necesidad de aprenderse las charlas.
Una charla, una presentación, una conferencia profesional no se improvisa. Tal vez se deje cierto margen al directo pero te aseguramos que están diseñadas al detalle y por supuesto tienen mucho ensayo detrás.
Y ahí es precisamente donde radica el peligro, en que tanto ensayo quite naturalidad.
De manera que esta semana te traemos algunos truquitos para que te puedas aprender la charla y no parezcas un androide en escena:
Siempre hablamos de la importancia de preparar el borrador de tu charla. Muchos oradores hacen un documento síntesis final de todo ello para recordar las partes más importantes de la charla.
Pongamos por caso que tu documento tiene 2.500 palabras. Eso son varias páginas, ¿tal vez 5 o 6? Prepara entonces un documento nuevo de una sola página en el que aparezcan las partes importantes de la charla y, sobre todo, las ideas fundamentales de cada una de ellas.
Lo más seguro es que si has ensayado lo suficiente te sepas bastante bien la charla. La idea fundamental es que a más ensayo, más memorización y por tanto menos necesidad de ceñirse estrictamente al texto que has escrito.
Ojo, no estamos hablando de grandes desviaciones sino de que dejes un pequeño margen al directo.Hay dos momentos clave de tu charla: el inicio y el cierre. Nuestra recomendación es que, especialmente esos dos momentos, te los prepares con sumo cuidado. No dejes en ningún caso la apertura de tu charla a la improvisación porque lo más normal es que salga regulín y tengas a tu audiencia pensando en sus cosas desde el primer minuto.
Lo mismo pasa con el cierre. Ese es un momento clave para pasar a la acción a tu audiencia, así que aprovéchalo al máximo. Prepara un cierre potente y, no lo dudes, memorízalo bien.Todo diseño puede contener errores, así que ten en cuenta que puede que en directo quieras cambiar algún elemento. Así que, de acuerdo, ensaya todo lo que puedas. Pero sal ahí con la mentalidad de que la flexibilidad es un valor.
Si tienes que darle un giro a la charla, se lo das. Pero hazlo desde la tranquilidad que da saber que tienes un plan A.Muchas personas tienen en algún momento miedo (o pánico directamente) a quedarse en blanco llegado el momento. Bien, supongamos que llega a pasar. Aquí hay que destacar dos ideas.
Una, relájate todo lo que puedas, quítate presión. También es un momento tenso para la audiencia y nadie quiere que salga mal, ellos tampoco. No pasa nada por mostrar tu vulnerabilidad, al contrario, puede que el público empatice contigo aún más.
Dos. Si has hecho un buen diseño y ensayo, respira hondo. Solo tienes que ir un poco más atrás y recordar esa estructura que habías preparado para encontrar un punto al que volverte a enganchar.
Cada uno tiene sus pequeños trucos en lo que a preparación se refiere, estos solo son algunos. Seguro que tú también tienes los tuyos, ¡somos todo oídos!
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Esta charla de Cóilín Nunan empezó bien, pero luego se quedó en blanco totalmente. ¿La solución?
En este caso se optó por parar la charla y volver a empezar. Notarás que los primeros 15 segundos son todo aplausos fuera de lo normal, lo suficiente para acumular confianza y ya dar la charla con normalidad.