Con los cinco sentidos
Entras en la sala de juntas.
El aroma a madera fresca del mobiliario se mezcla con la anticipación en el aire, creando un ambiente eléctrico.
Este es el poder del olfato, un sentido a menudo subestimado, pero increíblemente potente en el arte de hablar en público.
¿Lo habías pensado alguna vez?
Y es que los cinco sentidos – vista, oído, tacto, gusto y olfato – pueden ser tus aliados más fuertes cuando te toca hablar en público.
Vamos a ver cómo una simple fragancia puede evocar memorias y emociones, cómo la textura de tu ropa puede transmitir un mensaje sin palabras y cómo el tono de tu voz puede dibujar imágenes en la mente de tu audiencia.
Qué pasa cuando al hablar en público trascendemos las palabras y las convertimos en una experiencia sensorial completa que cautiva, inspira y permanece en la memoria de tu audiencia mucho después de que hayan terminado de aplaudirte… pues que te recuerdan… quizá lo más importante que te puede pasar.
Vamos a ver cómo podemos hacerlo:
Vista:
Utiliza diapositivas impactantes y bien diseñadas, con gráficos, ilustraciones o imágenes llamativos.
Viste de manera que refuerce tu mensaje; por ejemplo, usa colores o atuendos que vayan acorde con el tema de tu presentación. Usa la psicología del color.
Incorpora gestos y expresiones faciales que complementen y refuercen tus palabras. No te muevas al tuntún. Hazlo de forma consciente.
Oído:
Varía tu tono de voz y el ritmo al hablar para mantener la atención del público.
Usa música o efectos de sonido donde sea apropiado para enfatizar puntos clave o para hacer transiciones. ¿Has pensado en usar sonidos como animales o alarmas de peligro en algún momento de tu presentación?
Incluye citas, anécdotas o historias que sean auditivamente interesantes o que jueguen con el lenguaje de manera creativa. Usa onomatopeyas, son un GRAN recurso.
Tacto:
Si es posible, proporciona objetos o muestras que la audiencia pueda tocar, relacionados con tu tema.
Utiliza la proximidad física, como acercarte o alejarte del público, para crear una conexión o enfatizar un punto.
Emplea el lenguaje corporal para transmitir sensaciones de calidez, apertura o urgencia.
Gusto:
En contextos menos formales, considera proporcionar algo para degustar que esté relacionado con tu tema.
Utiliza descripciones que evoquen el sentido del gusto, especialmente si estás hablando sobre comida, viajes o experiencias culturales. (Luego veremos un ejemplo en la charla recomendada).
Olfato:
En casos donde sea relevante, puedes mencionar olores específicos en tus historias o ejemplos para crear una imagen más vívida.
Si el entorno lo permite, utiliza aromas ambientales para crear una atmósfera que complemente tu presentación. ¿Sabías que los supermercados lo hacen? Es sutil, pero tu subconsciente lo sabe.
El uso de los sentidos debe ser natural y pertinente a lo que estás contando. La clave, como siempre, está en crear una experiencia inmersiva que capte la atención de tu audiencia y haga que tu mensaje sea más memorable.
Ya estás tardando en evocar los sentidos en tu próxima presentación y decirnos qué tal te ha funcionado.
Charla recomendada
El uso de los sentidos que Angélica Dass hace en esta charla es magistral.
Ella se crió en una familia multicolor y describe los colores de piel de sus familiares con referencias gastronómicas. Una delicia para los sentidos y una maravilla de charla con las emociones a flor de piel para contarnos un proyecto único y especial.