Del estilo al punchline: la evolución de la oratoria
En otros tiempos las figuras estilísticas se valoraban mucho en oratoria. Aprendíamos esos nombres complicados: metonimia, sinécdoque, antonomasia, antítesis. Solo el hecho de usarlos te daba, como orador, un aire erudición, de autoridad y de credibilidad, que podía impresionar al público más exigente. Pero hoy en día, la idea de lo que hace un buen discurso ha cambiado mucho.
Ahora, hablar de manera demasiado complicada o con un lenguaje técnico puede jugar en tu contra, haciendo que el público desconfíe o se desconecte. Con la cantidad de información que recibimos a diario, la gente tiende a preferir mensajes claros, directos y fáciles de entender. En este escenario, saber cómo usar un punchline efectivo se ha vuelto esencial para cualquier orador que quiera realmente conectar con su audiencia.
Vale, pero ¿qué es un punchline?
Un punchline es una expresión breve, impactante y fácil de recordar que encapsula la esencia de tu mensaje. Son frases que tienen una sonoridad especial y están diseñadas para quedarse grabadas en la mente del oyente, como el famoso “Yes, we can” de Barack Obama, el más cercano “Sí se puede” de Pablo Iglesias o el icónico “I am no longer accepting the things I cannot change. I am changing the things I cannot accept” de Angela Davis. Un punchline no es una conclusión o una frase de transición: es el núcleo de un discurso, la chispa que puede encender la emoción del público y, en definitiva, lo que garantiza que el mensaje perdure mucho después de que las palabras hayan sido pronunciadas.
Los punchlines pueden también ser el eslogan de una campaña o el lema de una empresa. Estos elementos, cuando son bien utilizados, se convierten en la esencia misma del mensaje que se quiere transmitir. Sin embargo, como puedes imaginar, la creación de un punchline no es una tarea fácil. Debe ser conciso y, además, debe tener la capacidad de captar y retener la atención, de inspirar y de motivar.
El superpoder del eslogan en la oratoria
Un eslogan en el contexto de la oratoria no es muy diferente de un punchline, aunque su función principal puede ser ligeramente distinta. Un punchline tiene un impacto inmediato. Un slogan está diseñado para ser repetido, internalizado y asociado continuamente con una idea o un mensaje específico. Piensa, por ejemplo, en el eslogan “Just Do It” de Nike o “Porque yo lo valgo” de L’Oréal. En su simplicidad, encapsulan una filosofía completa de acción, empoderamiento y logro personal.
En oratoria, un buen slogan puede servir como un marco de referencia al que los oradores podemos recurrir a lo largo de nuestras presentaciones. Es una especie de ancla que mantiene tanto al orador como a la audiencia centrados en la idea principal del discurso. Además, al repetir un slogan durante la presentación, el orador refuerza el mensaje en la mente del público, incrementando las posibilidades de que sea recordado y actuado.
Cómo crear un punchline eficaz
La creación de un punchline eficaz requiere una comprensión profunda del mensaje que queremos transmitir y del público al que va dirigido este mensaje.
Aquí algunos consejos prácticos:
Conoce a tu audiencia
Antes de crear un punchline, es crucial entender quién es tu público. Conocer sus valores, preocupaciones y expectativas te permitirá diseñar un mensaje que resuene con ellos. Un punchline que puede funcionar para una audiencia joven puede no tener el mismo impacto en un grupo de profesionales experimentados.Manténlo simple
La simplicidad es la base de un buen punchline. Las frases largas y complicadas son difíciles de recordar y de repetir. En cambio, una frase corta y directa tiene más posibilidades de ser internalizada por tu audiencia.Incorpora emoción
Los punchlines más memorables son aquellos que tocan una fibra emocional en la audiencia. La emoción es un poderoso motivador y una herramienta efectiva para asegurarte de que tu mensaje se quede en la mente de los oyentes.Usa un lenguaje visual
Un punchline que evoca una imagen vívida es más probable que permanezca en la mente del público. Las metáforas visuales pueden ser especialmente útiles para este propósito, ya que permiten a la audiencia “ver” el mensaje.Utiliza referencias conocidas
Pueden ser frases de canciones que todo el mundo conozca, por ejemplo. O referencias de la cultura pop: Rosalía, Karol G… piensa en mainstream y acertarás. Además, así estarás aprovechando al máximo la eficacia del storytelling y creando un vínculo extra con tu audiencia.
Ejemplos de Punchlines y Slogans Exitosos
A lo largo de la historia, numerosas líderes y figuras públicas han utilizado punchlines y slogans con gran éxito. A continuación, algunos ejemplos que ilustran el poder de estas herramientas en la oratoria:
Martin Luther King Jr.: “I have a dream” no solo fue un punchline en su famoso discurso, sino que también se convirtió en un eslogan del movimiento por los derechos civiles. Esta frase capturó la esperanza y la lucha por la igualdad en una simple declaración de cuatro palabras.
Malala Yousafzai: En su discurso en la ONU, Malala expresó un punchline poderoso que ha resonado globalmente: “One child, one teacher, one book, one pen can change the world.” Esta frase sencilla encapsula su mensaje sobre la importancia de la educación y ha sido citada innumerables veces desde entonces.
Winston Churchill: Durante los oscuros días de la Segunda Guerra Mundial, Churchill motivó a una nación con su firme promesa: “We shall never surrender.” Este punchline encapsuló la resistencia británica y se convirtió en un símbolo de determinación frente a la adversidad.
Greta Thunberg: En su discurso ante la ONU, Greta lanzó un punchline que capturó la atención mundial: “How dare you!” Enfrentó a los líderes mundiales con una mezcla de indignación y urgencia, convirtiendo esas tres palabras en un grito de guerra por la acción climática.
Mahatma Gandhi: Su mantra “Be the change that you wish to see in the world” se ha convertido en un eslogan global para la auto-mejora y el activismo social. Es un ejemplo perfecto de cómo un mensaje simple y claro puede inspirar a millones.
Chimamanda Ngozi Adichie: En su charla TEDx sobre el feminismo, Adichie utilizó el punchline “We should all be feminists.” Esta frase encapsuló su mensaje y, además, se convirtió en el título de un libro y en un eslogan del movimiento feminista moderno
Cómo utilizar punchlines y slogans en tus charlas
Para incorporar un punchline o un slogan en tu discurso tendrás que encontrar las palabras adecuadas y conseguir saber cuándo y cómo usarlas. Para hacerlo de manera efectiva:
Ubicación estratégica:
Coloca tu punchline en un momento clave de tu discurso. Puede ser al final para cerrar con fuerza o en medio de la presentación para revigorizar la atención del público.Repetición con propósito:
Un slogan puede repetirse varias veces durante un discurso para reforzar el mensaje. Sin embargo, es importante hacerlo con propósito y en contextos que le den sentido y poder.
Adaptabilidad:
Aunque un punchline debe ser conciso, también debe ser flexible. Estar dispuesto a adaptarlo sobre la marcha, según las reacciones de la audiencia, puede ser la clave para mantener la conexión y el impacto. No hay más que ver cómo Kamala Harris encontró su punchline cuando estaba hablando ante la Convención Demócrata y aceptando la nominación. “We’re not going back”, dijo. Se dio cuenta inmediatamente de que la frase había funcionado y la repitió varias veces. Se ha convertido en su punchline de campaña.
El impacto de un buen punchline
Todos conocemos la eficacia de un punchline o un slogan. Todos recordamos discursos o, al menos, los punchlines. Porque esta eficacia no se mide en el momento en que se da el discurso, sino en su capacidad para permanecer en la mente del oyente mucho después de que el discurso haya terminado. Un buen punchline puede inspirar acciones, cambiar percepciones y convertirse en una frase que las personas repitan en diferentes contextos.
Y eso es justo lo que tú quieres, tra tra.
Por dónde empezar cuando no sabes por dónde empezar
💡 Cuando estés haciendo tus diapos, presta atención al equilibrio visual.
Distribuye los elementos de manera que la diapositiva no se vea desequilibrada. Busca simetría o equilibrio asimétrico.
Un equilibrio visual adecuado asegura que ninguna parte de la diapositiva parezca más pesada o más importante de lo que debería. Esto contribuye a una presentación más agradable a la vista y efectiva.
Hablar en público no acojona
👁️ Visualiza el éxito.
Imagina que tu presentación va a salir bien y que el público está interesado en lo que dices. La visualización positiva te ayudará a reducir la ansiedad y a prepararte mentalmente para una experiencia exitosa. Al enfocar tu mente en el resultado positivo, alejas los pensamientos negativos que generan miedo.
Charla recomendada
Esta charla ya la hemos compartido alguna vez, pero es una obra maestra y hay mucho de lo que se puede aprender en tan solo 4 minutos, que es lo que dura.
Mírala y dinos tú cuál es el punchline de la charla. Si ya la has visto, puede que hasta lo recuerdes…
¡Espera, espera!, no te vayas todavía, que aún hay más ✌🏻
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"Punchline" y creo que también se conoce por "Tagline".... sea como sea, es el mensaje principal ... lo que la audiencia debe recordar. Sería lo que a la cocina "la reducción" !😉
Muy bueno 😌 sobre eslóganes y similar.