50 cosas que hacer (y que no hacer) al preparar una buena presentación corporativa
Cuando nos toca preparar una presentación corporativa y nos jugamos las habichuelas hay que ir al grano. No tenemos tiempo que perder y sí clientes o dinero que ganar.
Así que hoy vamos a explorar algunas cosas que NO y otras que SÍ debemos hacer cuando nos enfrentamos a ello, que es bastante a menudo.
25 cosas que NO hacer:
Sobrecargar las diapositivas con texto. Son diapos, no un dosier. Si quieres hacer un dosier, hazlo, pero prepara una presentación alternativa más visual.
Ignorar el tiempo asignado. 150 palabras escritas = 1 minuto hablado. Cíñete al tiempo que tienes. Vale más que te sobren 2 minutos que que te falten.
Falta de preparación. Ni se te ocurra improvisar. Elige tus palabras cuidadosamente.
Usar jerga excesiva. Puede confundir a quienes no estén familiarizados con el tema. Esto depende de tu audiencia, obviamente.
No adaptarse a la audiencia. Entender a quién te escucha es fundamental.
Leer directamente de las diapositivas. Lo que viene siendo un karaoke. Esto puede resultar monótono y desinteresado.
Falta de contacto visual. Mira a los ojos de quien necesites convencer.
No practicar. La falta de práctica te va a llevar a errores innecesarios.
Ignorar el diseño visual. Un mal diseño distrae y disminuye el impacto del mensaje. Si no sabes, delega la tarea del diseño de la presentación.
No tener un plan B. ¿Has pensado qué harás si hay problemas técnicos u otros imprevistos?
Hablar demasiado rápido o lento. Ensaya. Cronométrate. Si vas demasiado rápido, comprometes la comprensión del mensaje.
Uso excesivo de animaciones. Prezi no, gracias. Tampoco hace falta ver a tu producto explotar en mil pedazos.
No verificar el equipo técnico. Comprueba todo lo técnico ANTES de tu presentación: audio, vídeo, conexión a internet, microfonía, mandos a distancia…
No hacer una llamada a la acción. La audiencia debe saber qué se espera de ella.
Descuidar la apertura y el cierre. Son claves para captar y retener la atención.
No adaptar el mensaje a tus objetivos corporativos. Es importante alinear tu presentación con los objetivos de la empresa.
Evitar preguntas. Las preguntas te pueden ofrecer feedback y te sirven para aclarar algún punto que no hayas podido desarrollar del todo.
Falta de coherencia. El mensaje debe ser uniforme y claro.
No usar ejemplos o historias. Ayudan a contextualizar y retener la información y a conectar con la audiencia.
Descuidar el lenguaje corporal. Un mal lenguaje corporal puede enviar mensajes equivocados. Y tú no quieres que eso pase.
Saturar con datos sin análisis. La interpretación de los datos es tan importante como los datos mismos. Mira TODOS los vídeos de Hans Rosling en TED como ejemplo.
No ensayar con cronómetro. Practicar te ayuda a ajustar tu contenido al tiempo disponible.
Ignorar el feedback previo. Las críticas constructivas siempre son oportunidades de mejora.
Falta de pasión. Mostrar entusiasmo por tu tema es contagioso. Lo contrario… es, lo contrario. Y si a ti no te entusiasma tu tema, imagínate a los demás.
Subestimar preguntas difíciles. Prepararse para ellas te dará confianza.
25 cosas que SÍ hacer:
Mantener las diapositivas claras y concisas. Usa palabras clave y conceptos importantes. Y muchas más imágenes que palabras, para qué engañarnos.
Practicar la presentación varias veces. Aumentará tu confianza y tu fluidez.
Conocer a tu audiencia. Personaliza tu mensaje según sus necesidades y conocimientos.
Usar un diseño visual atractivo. Mejora la retención de la información y lo bonito gusta más, así de claro.
Comenzar y terminar fuerte. Captura la atención desde el inicio y cierra con un mensaje memorable.
Incluir historias o ejemplos relevantes. Facilitan la conexión emocional y la comprensión. A todos nos gusta una buena historia.
Utilizar datos e investigación para respaldar tus puntos. Aumenta tu credibilidad. Ethos y logos a tope.
Tener una llamada a la acción clara. Dile a la audiencia lo que esperas de ella. No rodees y dilo claramente.
Interactuar con la audiencia. Haz preguntas o interactúa para mantener el interés.
Usar un lenguaje corporal positivo. Transmitirás confianza y apertura.
Adaptar el discurso a los objetivos corporativos. Asegura que tu mensaje contribuye a los objetivos de tu empresa.
Preparar respuestas para preguntas potenciales. Demuestra conocimiento y preparación. Ojo, no es obligatorio sabérselo todo.
Verificar el equipo técnico con antelación. Minimiza las posibilidades de problemas técnicos.
Incluir una mezcla de medios. Videos, gráficos e imágenes pueden enriquecer tu presentación. Úsalos con moderación.
Mantener un ritmo adecuado. Permite a la audiencia absorber la información clave de tu presentación.
Mostrar pasión y entusiasmo. La pasión por cualquier tema es contagiosa.
Pedir feedback sobre tus ensayos. Mejora con las opiniones de otras personas.
Usar un lenguaje simple y claro. Asegura que todos en la audiencia comprendan bien lo que estás diciendo.
Controlar el tiempo efectivamente. Asegúrate de cubrir todos tus puntos sin apresurarte. Mide bien.
Mostrar confianza. La seguridad en ti inspira confianza en tu mensaje.
Ser flexible y adaptarse a imprevistos. Mantén la calma frente a los contratiempos, si es que los hay, que no tiene por qué haberlos.
Aprovechar el storytelling. Las buenas historias hacen tu presentación memorable. Que te recuerden es fundamental.
Enfatizar los puntos clave. Repite los conceptos más importantes para reforzarlos.
Mantener el contacto visual. Conecta personalmente con todas las personas de tu audiencia.
Respirar y pausar cuando sea necesario. Nos ayudará a controlar esos nervios y a hacer mejor nuestra presentación.
Y ahora, a ponerlo todo en marcha.
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