🎯 Últimos días para subirte al tren del precio lanzamiento 🎯
Sí, somos como esos pepitos grillo... pero solo porque no queremos que se te pase algo que puede marcar la diferencia.
👉 Nuestro curso IMPACTA sigue disponible por solo 100 €, pero solo por unos días más.
A partir del mes que viene, el precio sube a 200 € y no volverá a bajar.
Lo haces a tu ritmo. Sin presiones.
Y con cada módulo, te acercás más a dar charlas que dejen huella.
Si ya sabes que quieres inspirar, conectar y transformar con tus palabras...
este curso es para ti.
Y sí: ya está listo. Y te está esperando.
Y ahora, al lío.
Hablemos con franqueza: no somos quienes creemos ser cuando hablamos en público.
La mayoría de nosotros pensamos que proyectamos energía, claridad, confianza.
Pero cuando nos grabamos y nos vemos, muchas veces… descubrimos otra cosa.
😶 Voz más plana de lo que imaginábamos.
😬 Gestos nerviosos que no sabíamos que hacíamos.
😐 Una falta de presencia que no coincide con cómo nos sentíamos.
Y entonces llega la gran pregunta:
👉 ¿Por qué lo que sentimos por dentro no se ve por fuera?
Hoy vamos a explorar eso.
Cómo descubrir la brecha entre la energía que creemos proyectar y la que realmente transmitimos… y, sobre todo, cómo corregir esa diferencia sin perder autenticidad.
La gran ilusión del orador: “yo ya tengo buena energía”
Muchos oradores —incluso con experiencia— se sienten bien en escena, pero no se dan cuenta de que su lenguaje no verbal, su voz o su postura están desalineadas con su mensaje.
Creen que están “a tope” pero su cuerpo dice:
👉 “No estoy del todo aquí.”
👉 “Estoy sobreviviendo.”
👉 “Estoy controlando en lugar de conectar.”
La sensación interna no siempre coincide con la percepción externa.
Y la única forma de saberlo es salir de la ilusión y… mirarte desde fuera.
El espejo que no miente: la cámara
Sí, grabarte da miedo.
Pero también es la herramienta más poderosa que tienes para mejorar como orador/a.
¿Por qué?
Porque te muestra lo que el público ve.
Y una vez que lo ves, no puedes dejar de verlo.
“No mejoras lo que no ves. No ves lo que no grabas.”
¿Qué significa “energía” al hablar?
No estamos hablando de gritar, saltar o hacer aspavientos.
Cuando hablamos de energía escénica, hablamos de tres cosas:
Presencia – ¿Estás realmente ahí, en el momento, con el público?
Entrega – ¿Estás conectado con lo que dices, o lo estás repitiendo?
Congruencia – ¿Tu cuerpo, voz y palabras están alineados?
La energía no es un “extra”.
Es la atmósfera emocional que generas al hablar.
Y esa atmósfera puede ser:
Magnética
Tensa
Tibia
Desconectada
Inquietante
Inspiradora
El público la percibe. Siempre.
La brecha: cómo se genera y por qué no la notamos
Esa diferencia entre lo que sentimos y lo que proyectamos aparece por varias razones:
🎭 1. Modo “actuar” en lugar de “ser”
Intentamos sonar seguros, profesionales, correctos… pero dejamos de estar presentes.
El público lo nota. Aunque no sepa explicarlo, siente que no estamos del todo ahí.
😬 2. Nervios mal gestionados
Sentimos tensión, pero intentamos esconderla.
Y en lugar de desaparecer, esa tensión se filtra por el cuerpo, la voz o la mirada.
📋 3. Demasiado guion, poca conexión
Cuando estás más pendiente de no olvidar lo que sigue que de lo que estás diciendo, pierdes autenticidad.
Y eso se nota en la energía.
Cómo descubrir lo que realmente proyectas
Aquí va el ejercicio que cambia vidas (y discursos):
🎥 Paso 1: grábate
Hazlo en condiciones reales. Puede ser un ensayo o una charla ya dada.
No busques que salga perfecta. Solo que sea honesta.
👁️ Paso 2: ve la grabación como si no fueras tú
Este paso es clave. Imagina que estás viendo a otra persona.
Hazte estas preguntas:
¿Confiaría en esta persona?
¿Me está hablando a mí o está recitando algo aprendido?
¿Siento que está aquí, o solo está sobreviviendo al momento?
¿Su cuerpo dice lo mismo que su voz?
¿Está emocionado/a… o simplemente informando?
📝 Paso 3: anota sin juzgar
Evita comentarios como “qué mal lo hice” o “qué raro me veo”.
En lugar de eso, busca patrones:
¿Cuándo se te va la voz?
¿En qué momento brillaste?
¿Qué parte sonó auténtica?
Las señales más comunes de una energía baja o desalineada
Si al verte en cámara notas alguno de estos signos, hay trabajo por hacer (¡y se puede corregir!):
⚠️ Voz monótona
🔹 Sientes pasión, pero tu voz no sube ni baja.
🔹 Falta de énfasis o ritmo.
💡 Solución:
– Practica leer tu texto con intención emocional
– Usa pausas y subidas de tono con conciencia
– Grábate solo leyendo una frase clave con tres tonos diferentes
⚠️ Sonrisa nerviosa o falta de expresión
🔹 Tu cara está seria o desconectada
🔹 O sonríes de forma automática sin que encaje con el mensaje
💡 Solución:
– Practica hablar frente al espejo
– Conecta con lo que sientes realmente al decir esa parte
– No “pongas cara”: siente la emoción y deja que tu rostro la siga
⚠️ Cuerpo tenso o cerrado
🔹 Brazos cruzados, manos rígidas, pies quietos
🔹 Gestos repetitivos sin intención
💡 Solución:
– Haz ejercicios de relajación antes de hablar
– Añade movimiento consciente en transiciones
– Usa las manos para reforzar ideas, no como escudo
⚠️ Mirada perdida o esquiva
🔹 Miras hacia arriba, al suelo o evitas mirar al público (o a cámara)
🔹 No sostienes la mirada en los puntos clave
💡 Solución:
– En virtual: mira directamente a la cámara durante las frases clave
– En presencial: escanea el público con pausa y anclaje visual
– Usa preguntas retóricas para reanclar tu atención
Cómo elevar tu energía sin parecer otra persona
Aquí viene lo más importante:
No se trata de fingir energía. Se trata de activar la tuya.
La autenticidad no significa improvisar sin rumbo. Significa:
Sentir lo que dices
Estar presente de verdad
Conectar con tu cuerpo y con el público al mismo tiempo
Aquí tienes herramientas para lograrlo:
🧘♀️ 1. Conecta contigo antes de empezar
Antes de hablar, respira. Cierra los ojos. Recuerda por qué estás ahí.
Piensa en esa persona real que necesita oír tu mensaje (¿te suena? 😉).
Habla para ayudar. No para demostrar.
🧍♂️ 2. Usa tu cuerpo como canal, no como barrera
No te “quedes quieto” por miedo.
Muévete con intención.
Habla con tus manos. Usa el espacio si es posible.
Tu energía vive en tu cuerpo, no solo en tus palabras.
🎙️ 3. Trabaja tu voz con juego y variación
Grábate leyendo el mismo texto de tres formas:
Como si hablaras a tu mejor amigo
Como si contaras un secreto
Como si dieras una noticia ilusionante
Escucha la diferencia.
La voz es un instrumento: hay que ensayarla, no solo usarla.
🧠 4. Ajusta tu mentalidad: de “actuar” a “entregar”
No estás interpretando.
Estás entregando una experiencia, una idea, una emoción.
Hablar bien no es sonar bonito: es mover algo en quien te escucha.
El secreto: alineación interna = energía auténtica
Cuando tu intención, tus emociones, tu cuerpo y tus palabras están alineados, tu energía fluye sin forzarla.
Ahí es cuando inspiras.
Ahí es cuando el público confía.
Ahí es cuando tú te reconoces en escena.
Y lo mejor: eso se entrena.
Te dejamos un reto para esta semana:
Elige un fragmento de 1 minuto de tu charla.
Grábate diciéndolo con tu energía habitual.
Míralo sin juzgar.
Luego, repítelo conectando con el “para quién” y el “para qué”.
Compáralo. ¿Qué cambia?
Lo que descubras puede transformar tu forma de hablar en público.
¿Te apetece contarnos cómo fue? Escríbenos. Nos encantará saber qué versión de ti aparece cuando te miras de verdad.
En nuestro curso IMPACTA también explicamos cómo ensayar y cómo darte autofeedback para mejorar la entrega de tus charlas y presentaciones. Si quieres mejorar, ya sabes lo que tienes que hacer, nosotros ya hemos puesto nuestro granito de arena aquí.
Charla TED recomendada
Nos encantan las charlas dadas por chavalería. ¿Por qué? Precisamente por lo que hemos estado hablando hoy: la pasión.
Todavía no tienen las vergüencitas que desarrollamos de mayores y van a un escenario a comérselo. Mira esta charla y nos cuentas…
¡No te vayas todavía, no te vayas por favor…!, no te vayas todavía, que aún hay más 😘
👉 Corre a nuestra web si buscas más información sobre cursos para aprender a hablar en público.
👉 Envíanos un mail a hola@gameoftalks.com
👉 Síguenos en Linkedin.
👉 Recupera los vídeos del podcast en Youtube.
👉 ¿Conoces a alguien a quién le pueda ser útil aprender a hablar en público? Entonces ayúdale y comparte Game of Talks con esa persona, ¡compartir es vivir!