En oratoria no todo es comunicar un mensaje. Para empezar, es necesario capturar y mantener la atención de nuestra audiencia para que recuerden lo que estamos diciendo. Y una herramienta poderosa que nos puede ayudar a conseguirlo es el efecto sorpresa. La sorpresa puede romper la monotonía, reavivar el interés si es que en algún momento decae (esto depende de cómo de larga sea nuestra charla) y hacer que la charla sea memorable.
Así que aquí te traemos algunas maneras efectivas de incorporar el elemento sorpresa en tus presentaciones.
Empieza con algo que no se esperen: Arranca con una anécdota loca, una frase lapidaria o algo similar. Luego, ¡pum! Conecta eso con tu tema principal y todos estarán enganchados.
Usa datos sorprendentes: Investiga y encuentra estadísticas o hechos que te hagan pensar “¡¡no puede ser!!”. Estos datos pueden captar la atención de tu audiencia y establecer la importancia de tu tema. Hay webs que se dedican a realizar estadísticas pero ojo a elegir el primer dato que nos encontremos por internet. Verifica siempre la información.
Utiliza variaciones para romper la monotonía: Si llevas un rato hablando, muestra un video o una imagen impactante o reproduce un audio. El cambio de formato puede ayudar a despertar a una audiencia distraída.
Realiza alguna demostración en vivo: ¿Por qué solo hablar si puedes demostrar algo en el momento adecuado? Sácate algo del bolsillo. Ten una mesa preparada con un objeto que puedas necesitar. Ver puede ser más efectivo que solo escuchar.
Invita a alguien por sorpresa: Si puedes, trae a alguien al escenario sin avisar. Puede ser un experto en el tema, una persona relacionada con tu historia o alguien que pueda aportar una perspectiva única o un testimonio.
Plantea preguntas Provocadoras: Haz una pausa y lanza una pregunta potente. Esto no solo invita a la reflexión, sino que también involucra a la audiencia en el proceso de pensamiento.
Usa el humor de manera inesperada: Introduce una broma o una anécdota humorística en un momento en el que la audiencia no lo espere. El humor, cuando se utiliza adecuadamente, puede ser una herramienta poderosa para capturar la atención.
Incorpora visuales espectaculares: Si vas a usar diapositivas, que sean con gráficos, animaciones o imágenes que sorprendan y provoquen un wow. Pss: tu PowerPoint de siempre seguramente no servirá.
Rompe la cuarta pared: En el teatro, "romper la cuarta pared" se refiere a cuando un actor se dirige directamente a la audiencia. En una charla, puedes hacerlo al interactuar directamente con la audiencia, bajando a su terreno, moviéndote entre ellos, haciendo preguntas o incluso invitando a alguien al escenario.
Termina con un giro inesperado: Como en las series con finales inesperados cierra con algo que nadie se espere. Una revelación, una llamada a la acción o una conexión inesperada pueden conseguir que a tu audiencia jamás se le olvide lo que acabas de decir.
Recuerda que el efecto sorpresa debe utilizarse con moderación y siempre debe servir a tu mensaje principal. Es decir, no uses todos estos recursos a la vez en la misma charla. Elige. Recuerda que el objetivo es realzar tu contenido, no eclipsarlo. Pero no olvides tampoco que, con el equilibrio adecuado, el factor sorpresa puede convertir tu presentación en una experiencia memorable.
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Fíjate en la frase inicial, en cómo impacta y en el resto de la charla, compartiendo historias y anécdotas personales.