Cuatro formas de (re)captar la atención de una audiencia
¿Sabes por qué las charlas TED duran menos de 18 minutos?
En el año 1984, cuando se celebró la primera conferencia TED, el 100% de las conferencias eran muy encorsetadas, con largas ponencias llenas de diapositivas recargadas con texto y muchas fotos. Lo que viene siendo: eran un tostón.
Entonces, llegó Richard Wurman y revolucionó las conferencias tal y como se conocían hasta entonces con un formato innovador: charlas de como máximo 18 minutos que en lugar de hablar de patrocinadores (que no le importan a nadie si no tienen algo interesante que aportar) o de libros varios, hablaban de ideas fabulosas, descubrimientos increíbles y se situaban en el horizonte de la ciencia y la ficción.
Pero para que una charla sea absolutamente increíble, no puede ser larga. Porque si es larga, en lugar de concentrarnos plenamente en lo que estamos viendo y escuchando, nos despistaríamos con las mil y una opciones que tenemos: desde el móvil en nuestro bolsillo hasta el pelo en el hombro de la persona que tenemos sentada justo delante nuestro.
Y esto en 1984. Hoy, en pleno siglo XXI, sabemos que el lapso de atención está decreciendo paulatinamente.
Los mil estímulos, con sus respectivas dosis de dopamina como recompensa cada vez que nos llega una notificación o terminamos una microtarea, no juegan a nuestro favor. Hemos caído en un círculo vicioso en el que cada vez que perdemos la concentración, recibimos una recompensa.
Las charlas TEDx con más visualizaciones son más cortas que hace unos años. De hecho, parece que triunfan las charlas de alrededor de 7 minutos. ¡Siete!
Así las cosas, no es de extrañar que triunfen formatos breves en todos los campos. Pero ¿qué pasa si tenemos que contar algo en más profundidad? Pues que necesitaremos más tiempo.
Y si nuestra charla va a ser más larga, es casi seguro que la audiencia, llegado el momento, tienda a distraerse. Esto va a pasar.
¿Y cómo podemos hacer entonces? Y aquí es donde llegamos nosotros al rescate con estas técnicas para recaptar la atención de nuestra audiencia.
Haz algún cambio visible
Por ejemplo, levántate si estás sentado o muévete o quédate en silencio o cambia de tono. Algo que les pille desprevenidos y les coja por sorpresa. Pide que contesten a una pregunta levantando la mano… algo que les saque del letargo.
Cuenta una anécdota que sea específica para esta audiencia
Ten a mano siempre un par de anécdotas para sacarte de la manga en un momento dado porque nunca sabes cuándo las vas a necesitar.
Cada vez que te toque dar una charla puedes tirar de anécdotas e historias (que te hayan pasado a ti o te toquen de cerca…). Las historias tienen el poder de conectarnos. Cuando escuchamos una historia nuestro cerebro activa no solo las partes de proceso de lenguaje, sino también cualquier otra área que usaríamos si estuviéramos viviendo los elementos de esa historia.
Usa callbacks
Un callback es un recurso que permite hacer alusión a elementos previamente mencionados en un discurso (o una conferencia). Esta técnica se puede utilizar para revivir anécdotas, reforzando ideas o desencadenando risas mediante la repetición y el reconocimiento. Para usar un callback, puedes reintroducir un tema utilizando un ejemplo, un resumen, o simplemente diciendo "como mencioné anteriormente"... Lo crucial es seleccionar cuidadosamente el aspecto que deseas que tu audiencia recuerde y determinar la manera más efectiva para ti de traerlo de vuelta a la conversación.
Lenguaje sencillo
¿A qué le llamamos lenguaje sencillo? Es básicamente usar palabras que todo el mundo entienda, sin importar de qué estés hablando. Existe un concepto llamado maldición del conocimiento, que básicamente nos hace olvidar que no todos entienden las palabras técnicas que manejamos a diario. Estamos tan metidos en nuestro mundo que asumimos que lo que para nosotros es pan comido, para los demás también... y muchas veces, pues no.
Todos somos unos artistas usando palabras raras: si no son anglicismos, son términos técnicos o, peor aún, muletillas... Y hay que recordar quiénes nos están escuchando y hablar de manera que nos entiendan a la primera…
Hay otras formas de captar la atención de nuestra audiencia. Si has usado alguna y te ha funcionado, cuéntanosla para usarla la próxima vez… bueno, y si no te ha funcionado también, para no usarla…
Recuerda que la gente presta atención a lo que tiene valor. Let’s go!
Charla recomendada
En esta charla, Juan Enríquez, investigador en el MIT, habla de temas muy complejos, como la formación del universo y la evolución de la especie humana desde cero hasta lo que somos hoy… y lo que seremos en el futuro.
No solo usa un lenguaje cercano y comprensible para cualquier persona, sepa o no de ciencia, sino que introduce chistes y anécdotas que hacen que su audiencia tenga la atención todo el rato con él.
Una auténtica maravilla.