Cuando escuchamos una canción que nos encanta, hay algo en ella que nos atrapa: su ritmo, su melodía, su estructura repetitiva pero que nos emociona... Lo mismo sucede con una gran charla. Los oradores excepcionales no solo transmiten información, lo que hacen es convertir sus palabras en una experiencia sonora envolvente.
Y nos dirás: para, para. ¿Experiencia sonora envolvente? ¿Qué me estás contando?
Pero sí. La oratoria, como la música, tiene tempo, armonía, melodía y estribillos que pueden hacer que el mensaje resuene en la mente del público mucho después de que el discurso haya terminado.
Incluso, que se vayan a su casa casi casi tarareando lo que les acabas de contar. Vamos a ver cómo podemos conseguirlo.
La importancia del tempo: velocidad y pausas para evitar la monotonía
En la música, el tempo define la velocidad de una canción. Una balada lenta genera nostalgia o reflexión y un ritmo acelerado nos llena de energía. ¿A que no se te ocurriría poner baladas tristes para ir a correr o al gimnasio? Pues lo mismo cuando hablas.
Porque el ritmo con el que hablas afecta la emoción que transmites.
Errores comunes de tempo en la oratoria:
Hablar demasiado rápido por los nervios, haciendo que el público no pueda procesar la información.
Mantener un ritmo uniforme sin pausas, lo que genera monotonía.
Hablar demasiado despacio y sin cambios de velocidad, haciendo que el discurso pierda impacto.
✅ Cómo aplicar el tempo en la oratoria:
Acelera en momentos de emoción o urgencia para generar dinamismo.
Ralentiza en momentos importantes para resaltar una idea clave.
Usa pausas estratégicas para que el público asimile el mensaje.
🎤 Por ejemplo: Martin Luther King en I Have a Dream usa un ritmo pausado en sus frases clave, permitiendo que el público absorba cada palabra. Sí, este discurso está muy manido… pero es uno de los grandes discursos de la Historia.
"Notas altas y bajas": la modulación de la voz para transmitir emoción
Imagina una canción en la que todas las notas son del mismo tono. Sería aburrida, ¿verdad? Lo mismo ocurre con la voz de un orador. La variación en el tono y el volumen es lo que mantiene al público comprometido.
Errores comunes en la modulación:
Hablar en un tono plano sin variaciones, perdiendo el interés de la audiencia.
Exagerar el volumen o la emoción en todo momento, lo que hace que el mensaje parezca forzado.
✅ Cómo jugar con las notas altas y bajas:
Sube el tono en momentos de entusiasmo o para enfatizar una idea.
Baja el tono para generar suspenso o conectar emocionalmente con la audiencia.
Varía el volumen: susurra para atraer la atención o habla con fuerza para impactar.
🎤 Ejemplo: Barack Obama es un maestro en la modulación de la voz, usando momentos de calma seguidos de crescendos emocionales.
El "estribillo pegajoso": la repetición de una idea clave
En las canciones, los estribillos son la parte que más recordamos porque se repiten varias veces con una estructura fácil de seguir. En la oratoria, repetir una frase poderosa ayuda a reforzar el mensaje y hacerlo inolvidable.
Errores comunes al estructurar un discurso:
No repetir la idea central lo suficiente, haciendo que el mensaje se diluya.
Repetir de forma mecánica sin emoción, lo que lo hace predecible.
✅ Cómo usar un "estribillo" en un discurso:
Encuentra la idea clave de tu mensaje y exprésala en una frase corta y pegajosa.
Repítela en momentos estratégicos del discurso.
Usa variaciones ligeras para evitar sonar repetitivo.
🎤 Ejemplo en oratoria: En I Have a Dream, Martin Luther King repite esta frase como un mantra, reforzando su mensaje de esperanza. Lo mismo en Yes we can y lo mismo en otros muchísimos discursos famosos. Que por algo lo son.
Transforma un discurso aburrido en una pieza memorable
Para entender mejor cómo aplicar estos conceptos, tomemos una frase plana y poco atractiva:
"La comunicación efectiva es importante en el liderazgo".
Ahora, transformémosla en una pieza más musical con ritmo, modulación y repetición:
🎶 Versión mejorada:
"La comunicación efectiva es más que importante en el liderazgo... es esencial.
Es lo que inspira. Es lo que une.
Es lo que convierte palabras en acción.
Porque un líder que no comunica... es un líder que no transforma."
Aquí hemos aplicado:
✅ Tempo: Ralentizamos para dar énfasis a la idea.
✅ Modulación: Subimos el tono en "es lo que convierte palabras en acción".
✅ Repetición (estribillo): Usamos la estructura "Es lo que..." para reforzar el mensaje.
Ejercicios para poner esto en marcha:
1. Ejercicio para mejorar el tempo: "el metrónomo de la voz"
Objetivo: Aprender a controlar la velocidad al hablar y utilizar pausas estratégicas.
Instrucciones:
Escoge un texto corto (puede ser un fragmento de un discurso famoso o una historia breve).
Grábate leyéndolo en tu ritmo natural.
Escucha la grabación y detecta si hablas demasiado rápido o lento.
Usa un metrónomo (hay apps gratuitas o páginas como metronomeonline.com). Ajusta el ritmo:
Parte 1: Lée el texto exageradamente rápido (como si fuera un rap).
Parte 2: Lée el mismo texto exageradamente lento.
Parte 3: Encuentra un punto intermedio con pausas estratégicas después de cada idea clave.
Vuelve a grabarte aplicando los ajustes y compárala con la primera versión.
✅ Te ayudará a encontrar un tempo óptimo y a usar pausas para enfatizar ideas sin sonar mecánico o monótono.
2. Ejercicio para mejorar la modulación: "el piano de la voz"
Objetivo: Variar el tono y la intensidad para evitar una voz plana y monótona.
Instrucciones:
Elige una frase sencilla. Ejemplo: "Hoy es un gran día para aprender algo nuevo."
Di la frase con diferentes emociones:
Como si estuvieras eufórico.
Como si estuvieras susurrando un secreto.
Como si estuvieras molesto o frustrado.
Como si fuera una noticia impactante.
Grábate en cada versión y analiza cómo cambia el tono y la intensidad de tu voz.
Aplica la variación en un fragmento de discurso. Usa tonos altos para entusiasmo y bajos para momentos reflexivos.
✅ Aprenderás a jugar con "notas altas y bajas" en tu voz para transmitir emoción y mantener la atención del público.
3. Ejercicio para crear un estribillo memorable: "el gancho del discurso"
Objetivo: Repetir una idea clave con impacto, como un estribillo en una canción.
Instrucciones:
Piensa en un mensaje central de un discurso que quieras dar. Ejemplo: "El cambio comienza en ti."
Escríbelo de 3 a 5 maneras diferentes, manteniendo la esencia.
"Tú eres el punto de partida del cambio."
"Nada cambia si tú no das el primer paso."
"La transformación empieza contigo."
Inserta la frase en diferentes partes de tu discurso:
Al inicio como una introducción poderosa.
En el medio como un refuerzo.
Al final como una conclusión memorable.
Practica diciendo cada versión con variaciones en el tono y la pausa para encontrar la más impactante.
✅ Crearás una frase pegajosa que el público recordará mucho después de que termines de hablar.
Y ya nos contarás qué tal con estos tres truquis.
Charla recomendada
Esta charla de Meredith Wilson Parfet es seria, grave. Habla de duelo y de cómo gestionarlo en el lugar de trabajo, pero fíjate en cómo usa lo que hemos dicho: la musicalidad al hablar, al construir su charla. En las pausas. En cómo y cuándo se calla para dejar espacio al público a que procese o a que se ría.
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