Existe una estructura narrativa tremendamente efectiva que puedes ver en todo tipo de contenidos actuales y que ya se utilizaba en la Biblia.
Una estructura que, bien utilizada, puede darle la vuelta a tu anodina charla y convertirla en un relato que conecte con tu audiencia.
Te estamos hablando, por supuesto, del Viaje del Héroe. Es un recurso narrativo que tenemos increíblemente interiorizado y que nuestro cerebro procesa con facilidad. Encontrarás esta estructura en las historias de Moisés, de Ulises o en el propio Jesucristo. Pero también la reconocerás fácilmente en películas como Interstellar, Harry Potter y también en series como Breaking Bad o Juego de Tronos, por poner algunos ejemplos.
Joseph Campbell analizó este patrón en su obra “El héroe de las mil caras” ya en 1949. Y lo que allí dejó escrito ha influido en los creadores de contenido de todo tipo del siglo XX. Él describió el patrón narrativo en un total de 17 etapas. Piensa por un momento en la complejidad de las tramas de, por ejemplo, El señor de los anillos. Pues eso.
Posteriormente Christopher Vogler simplificó ligeramente el modelo dejándolo en tan solo 12 pasos. Incluso después de eso hemos visto diferentes variantes en función de cada autor.
Llegados a este punto, ¿cómo puede esto ser útil para tu charla? ¿cómo narices meter 12 pasos en una presentación, por ejemplo, a tus clientes?
Nosotros pensamos que es muy complicado, como calzar unas zapatillas de baile a un elefante. Sin embargo, sí podemos recuperar el espíritu del Viaje del Héroe para utilizar la narrativa a nuestro favor.
Por eso, en 2021 publicamos un libro con una propuesta de adaptar el Viaje del Héroe a las charlas profesionales con cuatro etapas. El libro está publicado por Libros de Cabecera y se encuentra en las principales librerías. En su momento llegó a ser el número 1 en ventas en la categoría de oratoria, así que nos pusimos más hinchados que un pavo a principios de diciembre.
Como han descrito diferentes autores, el Viaje del Héroe se puede modificar y alterar a gusto del consumidor, pero siempre conservando su esencia para que la audiencia lo pueda reconocer fácilmente, aún sin darse cuenta.
Aunque este espacio es demasiado corto para explicar el método con detalle aquí van los elementos principales que puedes utilizar para tus charlas:
El protagonista de la historia, del relato, se encuentra en su mundo ordinario, estable. No tiene porqué ser un mundo de rosas y vino, ni mucho menos. Es en ese entorno en el que nace el reto, el desafío, el proyecto a superar.
Algo nos empuja a emprender el Viaje, a resolver nuestros problemas, a asumir el reto. Ese algo puede ser un mentor, alguien o algo de referencia, que nos estira y provoca lo que viene después.
Emprender un Viaje no está exento de riesgos, retos, pruebas y dificultades a superar. Experiencias que desalientan, que desaniman pero que a la vez van curtiendo al Héroe en su viaje.
Finalmente el Héroe consigue superar las diferentes pruebas, supera todas las dificultades y completa el Viaje. Vuelve a su entorno original pero cuando lo hace ya no es el mismo, está transformado por todo lo que ha vivido. El resultado puede ser la consecución de un objetivo, un proyecto completado o una revelación.
¿Lo ves más claro ahora?
No hace falta que tengas una gran historia épica llena de dramas para utilizar esta estructura narrativa.
¿Acaso en tu empresa no hay personajes? ¿No hay emociones? ¿No hay retos? ¿No hay objetivos y proyectos? ¿No debéis superar retos constantemente?
Pues ya ves, tenéis todos los ingredientes para construir una buena historia con un esqueleto narrativo que la sustente.
Charla recomendada
Esta charla de Benjamin Zander tiene un montón de elementos que podríamos destacar, así que puede que vuelva por aquí otro día.
Sin embargo, nos gustaría proponerte que te fijes en la estructura narrativa. ¿Adivinas cuál? Efectivamente, el Viaje del Héroe.
Echa un vistazo a la charla ahora desde otro punto de vista, el de las etapas de la narración. ¿Reconoces la secuencia del Viaje del Héroe? Deja tu comentario y te leemos.