¿Saben aquel que diu?
Si esto te suena es que ya vas teniendo una edad… Ahora, en serio... o no tanto… si esto te suena, sabes que a continuación vendrá un chiste… y de eso precisamente vamos a hablar hoy: sobre cómo usar el humor en tus presentaciones.
¡Admitámoslo! Todos hemos estado en alguna presentación que parece no tener fin, donde la lista de diapositivas es más larga que un culebrón turco. El presentador habla, los gráficos parpadean, y lo único que te queda es sacar el móvil y pensar en la cantidad ingente de cosas pendientes que tienes en tu lista de tareas o en cuántas notificaciones tienes sin leer. Pero… ¿y si te decimos que hay una manera de despertar a tu audiencia, hacer que se rían (o, al menos, sonrían) y, además recuerden tu presentación?
No necesitas ser Broncano o Eva Hache para hacer que la gente se ría en una presentación. De hecho, no necesitas contar un chiste para ser gracioso. A veces, lo único que necesitas es una anécdota a tiempo o una ilustración simpática en la diapositiva correcta. En otras palabras, para hacer el humor no se trata solo de contar chistes, se trata de darle vida y color a tu presentación a través del humor.
Usar el humor puede parecer un poco intimidante, pero nos habrás leído mil veces decir esto: el humor, como cualquier otra habilidad, puede aprenderse y practicarse.
Hoy te damos tres claves para que empieces a introducir un poco de humor en tus presentaciones. Así que sigue leyendo y recuerda que el humor es un arte, no una ciencia exacta, por lo que deberás experimentar hasta que encuentres tu propio estilo. ¡Vamos allá!
Nada de chistes baratos ni lugares comunes
No queremos que te conviertas en el próximo monologuista. Piensa que lo que para ti es gracioso, puede que no lo sea para alguien de tu audiencia. Así que conocer a tu audiencia (¿nos has escuchado decir esto alguna vez, verdad?) es fun-da-men-tal.
Destierra los chistes fáciles y los lugares comunes, que están más vistos que los memes de gatitos y crea tus propios chascarrillos.
Busca qué tienes en común con tu audiencia
¿Qué le duele a tu audiencia que también te duele a ti? ¿El paso del tiempo? ¿Que lleva cuatro meses sin llover y justo diluvia el día que lavas el coche? ¿Que te has probado los bañadores del verano pasado y no te entran? ¿Que te sientes un mindundi cuando pones un pie en el gimnasio?
La comedia es dolor + tiempo.
Cuando algo malo es reciente, no es humorístico, al contrario… pero si ha pasado el tiempo suficiente, todos somos capaces de reírnos de nuestras propias miserias, especialmente cuando las compartimos.
Las exageraciones funcionan bien
Y la tercera clave es exagerar. La exageración ayuda a jugar con nuestras expectativas y nuestra comprensión de la realidad. Cuando algo se exagera hasta un grado absurdo, puede crear una sorpresa cómica. Nos obliga a reconsiderar lo familiar desde una perspectiva nueva y ridícula y esa incongruencia puede ser muy divertida.
Además, la exageración también puede ser una forma segura de abordar temas difíciles. Al hacer algo más grande de lo que realmente es, puede minimizar su importancia y hacer que parezca menos amenazante.
Por ejemplo: “Ayer estaba tan cansado que podría haber dormido durante un año entero". Evidentemente nadie puede dormir un año entero, pero esa exageración nos ayuda a entender mejor lo cansado que estaba y resulta más cómica que decirlo de otra manera.
Charla recomendada
Maysoon Zayid tiene parálisis cerebral y temblores que hacen que su vida… por decirlo de alguna forma, no sea sencilla (esto también es una exageración). Ella cuenta su historia y lo que ha hecho con su vida en esta hilarante charla.
Fíjate en el uso que hace de los elementos que acabamos de ver: nada de lugares comunes, exageraciones y temas en común con su audiencia.