En oratoria, una llamada a la acción (CTA, por sus siglas en inglés) es mucho más que un cierre atractivo para nuestra presentación. Un CTA bien hecho puede convertirse en la chispa que encienda la motivación en tu audiencia para actuar, pensar o sentir de una manera específica. Lo mismo que un buen punchline. Es lo que queremos que hagan cuando todos nos hayamos ido a casa. Una buena llamada a la acción puede transformar un mensaje común en una experiencia inolvidable, capaz de generar cambios tangibles.
Así que hoy vamos a hablar de las llamadas a la acción y vamos a tratar de que cada palabra impacte para convertir nuestros mensajes en purita dinamita.
1. Entiende a tu audiencia: el primer paso para un CTA eficaz
Antes de colocar la llamada a la acción, pregúntate: ¿A quién me estoy dirigiendo? Este paso es fundamental porque no todas las audiencias responden de la misma manera, ni a las mismas palabras, ni al mismo tono.
Imagina que estás hablando ante un grupo de emprendedores jóvenes. Una llamada a la acción que les pida innovar y arriesgarse les va a llegar mejor que si la diriges a un grupo de directivos de una empresa familiar. En ese caso, tu mensaje podría centrarse en la responsabilidad y la toma de decisiones con estrategia.
Ejemplos:
Audiencia: Jóvenes emprendedores
"Es hora de dejar atrás el miedo y abrazar el cambio. ¡Ha llegado el momento de dejar que tu próxima gran idea cobre vida!"
Audiencia: Ejecutivos de empresa
"El futuro de esta empresa está en nuestras manos. Tomemos decisiones responsables y construyamos un legado que perdure."
Audiencia: Profesionales del sector tecnológico
"¿Sientes esa adrenalina? Esa emoción de lo desconocido... ¡Es hora de vivirla! La innovación nos invita a explorar nuevos caminos, a desafiar lo establecido y a alcanzar nuevas metas. ¡Vamos a dejar nuestra huella en el mundo!"
Audiencia: Comunidad educativa (profesores y educadores)
"Cada niño que entra en vuestras aulas es una oportunidad para cambiar el mundo. Hoy, más que nunca, necesitamos educadores que inspiren, guíen y preparen a las futuras generaciones."
2. El poder de un buen timing: coloca el CTA en el momento adecuado
Es importante que tu llamada a la acción llegue cuando tu audiencia esté más receptiva. Una buena estrategia es guiar a tu audiencia a través de una narrativa emocional, que les vaya preparando para aceptar y comprometerse emocionalmente con lo que les vas a proponer.
¿Tiene que ser necesariamente al final? Nop. En el momento adecuado.
Cómo hacerlo: Utiliza la técnica "Arouse and Fulfill", creada por Randy Olson. Primero, alimenta su interés, vete incrementando el deseo y genera una necesidad clara. Luego, dales una solución convincente que les motive a actuar.
Ejemplo:
Imagina un discurso sobre la crisis climática. A lo largo del discurso, describes los efectos devastadores del cambio climático, pintas una imagen de un futuro sombrío si no actuamos, y cuando el público ya está emocionalmente comprometido, lanzas la llamada a la acción:
"Podemos elegir el camino fácil y dejar que nuestros hijos paguen el precio, o podemos tomar el control hoy. ¡Juntos revertiremos el curso de nuestra historia!"
Discurso sobre la educación en el siglo XXI. Describes cómo la educación actual está quedando obsoleta frente a las demandas del futuro, cómo los niños y jóvenes no están recibiendo las herramientas necesarias para enfrentar los retos del mañana. Pintas una imagen de un futuro en el que generaciones enteras estarán mal preparadas, pero ofreces la posibilidad de cambiarlo si tomamos decisiones ahora. Al final, lanzas la llamada a la acción:
"Podemos continuar enseñando con métodos del pasado y condenar a nuestros hijos a un futuro de incertidumbre, o podemos darle una vuelta a la educación desde hoy. ¡Hagámoslo juntos: démosle a nuestros jóvenes las herramientas que necesitan para triunfar en el mundo de mañana!"
3. Sé claro y específico: qué quieres que hagan
Nada de medias tintas. No dejes espacio para la ambigüedad. La llamada a la acción debe ser clara, concreta y realizable. Si pides algo demasiado vago, la gente no sabrá cómo responder. Si es demasiado complejo, se sentirán abrumados. El equilibrio está en proponer acciones específicas y alcanzables.
Ejemplos:
Si tu discurso es sobre el voluntariado en una ONG, no basta con decir "Involúcrate". Sé específico:
"Después de este evento, pásate por nuestra mesa de voluntariado, regístrate, y comienza a marcar la diferencia esta misma semana."
Si tu discurso es sobre la importancia de adoptar hábitos sostenibles para proteger el medio ambiente, no basta con decir "Empieza a ser más sostenible". De nuevo, sé específico:
"Al salir hoy, recoge una de nuestras guías gratuitas en la mesa de información. En ella encontrarás cinco pequeños cambios que puedes implementar de inmediato en tu vida diaria para reducir tu huella ecológica. Empieza hoy mismo y conviértete en el agente de cambio que el planeta necesita."
4. Usa el "si…/ entonces…" para reforzar la urgencia
Esta técnica, conocida como IF/THEN (Si…/Entonces…), es muy interesante y efectiva y nos sirve para darle urgencia y relevancia al mensaje. Estableces una relación entre una acción y sus consecuencias, generando un sentido de inmediatez o necesidad de actuar.
Ejemplo:
"Si actuamos hoy, podremos reducir nuestras emisiones de carbono y salvar miles de especies en peligro. Si no lo hacemos, nuestras futuras generaciones vivirán en un planeta irreconocible."
O este otro:
"Si empezamos a hablar abiertamente sobre la salud mental hoy, podremos romper el estigma y ayudar a millones de personas a buscar la ayuda que necesitan. Si no lo hacemos, seguiremos perdiendo vidas a causa del silencio y la incomprensión."
Este tipo de estructura clarifica el impacto de la acción y conecta emocionalmente con el público.
5. Usa el "Tú" para conectar emocionalmente
El pronombre "tú" es una de las armas secretas de la oratoria. Hace que tu mensaje sea personal, directo y crea una sensación de participación en la audiencia. Cuando colocas una llamada a la acción, asegúrate de que la audiencia se sienta como el actor principal.
Ejemplo:
"Tú tienes el poder de cambiar el curso de esta comunidad. Con tu ayuda, podremos construir el futuro que merecemos."
"Tú tienes puedes transformar la educación de nuestros niños. Con tu apoyo, podemos asegurar que cada estudiante tenga acceso a las oportunidades que merece para un futuro brillante."
Este tipo de lenguaje crea un sentido de responsabilidad y pertenencia, lo que aumenta las probabilidades de que tu audiencia responda positivamente a tu llamada.
6. Haz que tu llamada a la acción sea memorable
Las llamadas a la acción más efectivas son aquellas que se quedan en la mente de las personas. Aquí es donde entra el uso de frases pegajosas, repetición y técnicas retóricas como la anáfora, la epífora o la regla de tres.
Ejemplo de regla de tres:
"Hazlo por ti, hazlo por tu familia, hazlo por el futuro."
o
"Ayuda a tu vecino, ayuda a tu comunidad, ayuda a crear un mundo más compasivo."
o
"Recicla por el planeta, recicla por tus hijos, recicla por las generaciones que vendrán."
La repetición y las estructuras simples y rítmicas ayudan a que tu mensaje se quede grabado en la memoria de la audiencia.
7. Inspira con historias
Nunca subestimes el poder de una buena historia para apoyar tu llamada a la acción. Las historias conectan emocionalmente, son fáciles de recordar y proporcionan un contexto práctico para tu mensaje. Utiliza el modelo del Viaje del Héroe para que tu audiencia vea el impacto de su acción en un marco más amplio.
Ejemplos:
"Hace unos años, conocí a una joven que lo había perdido todo por un deshaucio. No tenía ni casa ni trabajo. Gracias al esfuerzo de esta comunidad, ella ahora tiene un hogar y un trabajo digno. Tú puedes formar parte de historias como la suya, lo único que tienes que hacer es dar el primer paso."
"Hace un tiempo, conocí a un hombre mayor que vivía solo y apenas salía de su casa. Se sentía aislado y triste. Pero gracias a un grupo de voluntarios, hoy participa en actividades comunitarias y ha recuperado su alegría de vivir. Tú puedes marcar esa misma diferencia en la vida de alguien más. Solo tienes que dar el primer paso y ofrecer tu tiempo."
8. El final es todo: cierra fuerte
No dejes que tu llamada a la acción se diluya en los últimos momentos de tu discurso. Termina con un golpe de efecto. Este es tu "oratorical orgasm", el momento culminante que resonará en la mente de tu audiencia mucho después de que termines de hablar. Usa una frase impactante que cierre el círculo y reafirme la importancia de lo que has dicho.
Ejemplo:
"El futuro empieza ahora. El cambio está en tus manos. Sal de aquí hoy y haz lo que sabes que debes hacer."
“Tus ideas tienen el poder de transformar el mundo. No esperes más, el momento de actuar es ahora. Sal de aquí y convierte tus sueños en realidad."
"El planeta te necesita hoy, no mañana. El poder de cambiar nuestro destino está en tus decisiones. Sal de aquí y empieza a hacer la diferencia con cada acción que tomes."
La llamada a la acción es la guinda del pastel de tu presentación. Es el núcleo que da sentido a todo tu discurso. Es lo que deben conseguir.
Porque lo que dices importa, pero lo que haces con lo que dices, lo es todo.
Por dónde empezar cuando no sabes por dónde empezar
Usa tipografía sans serif para pantallas
Las fuentes sans serif son más fáciles de leer en pantalla. Utiliza este tipo de fuentes cuando sepas que tu presentación se proyectará en un monitor o pantalla grande para asegurar la legibilidad.
Hablar en público no acojona
Grábate ensayando
Grábate mientras practicas para ver tus gestos, tono y postura. Al revisarte, podrás identificar áreas para mejorar y te sentirás más cómodo con tu presencia. Recuerda que no se trata de hacerlo una vez y ya. Perder el miedo es algo gradual.
Charla recomendada
En su charla en TEDxVitoriaGasteiz, Juan Soto Ivars trató el tema de la censura en las redes sociales y de las cancelaciones de personas por haber dicho algo que ofendía a un colectivo o a otro.
Termina su charla con una llamada a la acción clara. ¿Eres capaz de reconocerla?
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