Cuando preparamos una charla, un discurso, es muy normal tener un batiburrillo de ideas en la cabeza. Tal vez se te ocurre una frase ocurrente para empezar, a lo mejor un ejemplo o una metáfora. Quizás un tema algo lateral, pero igualmente interesante. Dudas entre si profundizar por aquí o por allá. Ves algo interesante pero no ves cómo ligarlo con lo que tenías pensado.
Es normal, completamente normal, no te preocupes. Verás, cuando estás preparándote para una charla puede que las ideas fluyan con claridad y tengas un orden claro desde el principio. O puede que en tu cabeza solo haya una intuición sobre adónde va a ir la charla o de qué manera lo hará.
Así que hoy te vamos a dar un consejo que funciona de maravilla: escribe.
Sin pensarlo, sin más. Pon por escrito todo eso que está en tu cabeza. Sin corregir, sin volver atrás, sin ponerte frenos ni orden. Escribe, escribe y no pares.
Tal vez lo que salga no sea algo súper brillante. A lo mejor no escribes la charla de tu vida. Pero, ¿sabes qué? Escribir ayuda a pensar, es un camino fantástico para ordenar tus ideas, para que tu cerebro saque eso que está ahí y a lo que todavía no le has puesto orden.
Se dice que la mejor forma de aprender algo es ponerse a enseñarlo. Pues con pensar y escribir pasa algo parecido.
¿Tienes la cabeza hecha un lío? Escribe. De momento, escribe. Saca un primer borrador, ya revisarás más adelante. En siguientes versiones. Pero por ahora, escribe, ten una primera versión.
Para un momento, creo que sé lo que está pensando. Que menuda chorrada, que eso contigo no funciona y no sé qué más.
No te hagas. No me hagas caso.
Tú solo haz la prueba. ¿Vas a dar una charla próximamente? Pues ponte a escribir, ¿qué pierdes por probar?
Haz el ejercicio, empieza escribiendo un primer documento y ya verás el resultado. Te servirá para empezar un proceso poco consciente que tiene que ver con cómo funciona nuestro maravilloso cerebro.
Verás, tenemos pensamientos que, a menudo, ni siquiera sabemos que tenemos. Escribir nos ayuda a sacar todo eso y empezar a darle forma. Nos deja tomar consciencia acerca de nuestras ideas, cómo las priorizamos y qué forma les damos.
Escribir nos dará la oportunidad de identificar nuestras ideas, saber de dónde vienen, qué las ha puesto ahí y cómo las relacionamos.
Tal vez lo que escribas en esa primera versión no te sirva de forma definitiva. Pero por lo menos te dará un gran punto de partida, algo con lo que trabajar. A partir de ahí ya puedes empezar con las revisiones, con pulir y redondear el texto.
Tener un texto es la base para que puedas ir memorizando y ensayando tu charla. Pero para llegar a ese texto hay que hacer borradores. Y para hacer borradores necesitarás tener una idea clara de qué quieres comunicar y de qué manera. Así que empezar a poner por escrito todo eso que está en tu cabeza y para lo que, a lo mejor, no tienes toda la claridad del mundo puede ser una gran idea.
Ya sabes. ¿Necesitas pensar? Escribe.
Charla TED recomendada
En esta charla de la profesora Marina Castro precisamente se nos habla acerca de la importancia de la escritura como herramienta. Como algo que nos permite descubrir el mundo, conocernos a nosotros mismos y ser un poco mejores.
Escribir es un acto de generosidad con nosotros mismos, algo que nos ayuda a pensar un poco mejor.
Como escritora que soy, no me puedo mostrar más de acuerdo :)