Cuando das una charla, una de las mejores maneras de captar la atención y hacer que tu mensaje resuene con el público es usar arquetipos. Puede que ya te suene eso de los arquetipos… son como personajes universales que encontramos en historias, películas y también en nuestras propias vidas. Son roles o patrones de comportamiento que todos entendemos, como el Héroe, el Mentor o el Rebelde.
¿Por qué deberíamos usar arquetipos en una presentación? Simple: son herramientas que nos ayudan a que nuestro mensaje conecte más fácilmente con quienes nos escuchan. Todos reconocemos a estos personajes en nuestras vidas, y eso hace que la audiencia se involucre más emocionalmente con lo que estamos diciendo.
Pero empecemos por el principio:
¿Qué son los arquetipos y por qué funcionan tan bien en las charlas?
Los arquetipos son modelos de personajes o roles que se repiten en diferentes culturas y épocas. Por ejemplo, el Héroe es alguien que enfrenta desafíos y sale adelante, algo que vemos en películas como Star Wars, El Señor de los Anillos o Juego de Tronos. Este arquetipo existe porque representa algo muy humano: nuestra lucha por superar obstáculos.
En una charla, estos arquetipos son súper útiles porque tu audiencia puede identificarse rápidamente con ellos. Cuando hablas sobre un reto que superaste y te presentas como el héroe de esa historia, quienes te escuchan pueden verse reflejados en tu relato. Los arquetipos crean una conexión emocional automática porque están enraizados en nuestra psicología.
Cómo usar los arquetipos en tus charlas
Ahora que ya sabemos qué son, veamos cómo podemos usar algunos de los arquetipos más comunes para construir una narrativa atractiva en tus presentaciones.
1. El Héroe: el protagonista que inspira
El Héroe es uno de los arquetipos más conocidos, no en vano nuestro libro está basado en el Viaje del Héroe. Es el personaje que enfrenta obstáculos, sufre, lucha, pero al final triunfa. Es el protagonista de casi todas las historias épicas y es muy efectivo en charlas motivacionales.
Cómo usarlo: Si en tu presentación hablas sobre un reto que tuviste que superar, como una crisis personal o profesional, puedes posicionarte como el héroe de tu propia historia. Describe los problemas que enfrentaste, cómo sentiste miedo o dudas, pero también cómo poco a poco encontraste la manera de salir adelante. Al final, el público se queda con la idea de que ellos también pueden ser héroes en sus propias vidas.
Ejemplo: “Hace un par de años, me encontraba en una encrucijada. Estaba atrapado en un trabajo que no me llenaba, pero no sabía cómo cambiar mi situación. Pasé meses sintiéndome frustrado hasta que un día decidí que tenía que hacer algo. Esa decisión me llevó a iniciar mi propio proyecto, que ahora es mi mayor fuente de satisfacción.”
2. El Mentor: el sabio que te guía
El Mentor es el personaje que tiene experiencia y ofrece consejos. En muchas historias, es quien guía al Héroe. Piensa en personajes como Yoda en Star Wars o Gandalf en El Señor de los Anillos.
Cómo usarlo: Si tu charla está centrada en enseñar algo, o en compartir lecciones aprendidas, entonces tú te conviertes en el Mentor para tu audiencia. Les estás dando las herramientas y el conocimiento para que ellos, como héroes de su propia historia, puedan triunfar.
Ejemplo: “A lo largo de mi carrera he cometido muchos errores, pero gracias a ellos, aprendí las lecciones que hoy quiero compartir con vosotros. Estas lecciones me han ayudado a llegar donde estoy, y espero que a vosotros también os sean útiles.”
3. El Explorador: el aventurero curioso
El Explorador es aquel que siempre está buscando algo nuevo, ya sea una verdad profunda o una experiencia única. Este arquetipo es ideal cuando tu charla gira en torno a descubrimientos o aprendizajes personales.
Cómo usarlo: Puedes adoptar este arquetipo cuando hables de tu búsqueda de conocimiento o de nuevas ideas. Si tu presentación trata sobre cómo te enfrentaste a lo desconocido, el Explorador es tu personaje.
Ejemplo: “Cuando me di cuenta de que el camino tradicional no era para mí, decidí explorar nuevas posibilidades. Dejé mi trabajo seguro y me aventuré a viajar por el mundo. Fue en ese viaje donde descubrí mi verdadera pasión.”
4. El Rebelde: el que desafía las reglas
El Rebelde es quien cuestiona lo establecido y rompe con las normas. Este arquetipo es perfecto si tu charla está centrada en la innovación, en ir contra la corriente o en el cambio social.
Cómo usarlo: Si hablas sobre una idea controvertida o desafías el statu quo, te estás posicionando como un Rebelde. Este arquetipo resuena muy bien con audiencias que buscan inspiración para romper con las convenciones y atreverse a hacer algo diferente.
Ejemplo: “La primera vez que le dije a mi jefe que creía que la manera en que hacíamos las cosas estaba equivocada, no me creyó. Pero seguí adelante con mi idea y, después de mucho esfuerzo, logramos transformar el enfoque de toda la empresa.”
5. El Cuidador: el protector y empático
El Cuidador es el que está siempre dispuesto a ayudar a los demás. Este arquetipo es ideal para charlas sobre empatía, liderazgo o temas relacionados con el bienestar y el cuidado de otros.
Cómo usarlo: Si tu charla gira en torno a ayudar a los demás o liderar con empatía, adopta el papel de Cuidador. Este arquetipo conecta emocionalmente con el público, sobre todo en temas de responsabilidad social o crecimiento personal.
Ejemplo: “Me di cuenta de que, como líder, mi tarea más importante no era solo conseguir resultados, sino cuidar de las personas que estaban a mi cargo. Al cambiar mi enfoque, no solo mejoraron los resultados, sino que el equipo se sintió más motivado y unido.”
6. El Bromista: que desafía las expectativas
El Bromista es el personaje juguetón, a veces impredecible, que rompe las reglas para mostrar otra forma de ver las cosas. Este arquetipo es muy útil para añadir humor a una charla o para desafiar las expectativas del público.
Cómo usarlo: Si tu charla tiene un tono humorístico o si deseas sorprender a la audiencia con ideas inesperadas, puedes adoptar el arquetipo del Trickster. No solo entretiene, sino que también invita a reflexionar de una manera más ligera.
Ejemplo: “Todos me dijeron que era imposible combinar mi pasión por los videojuegos con el trabajo serio. Así que hice lo más lógico... ¡Convertí mi pasión en mi trabajo!”
Cómo elegir el arquetipo adecuado para tu charla
Los arquetipos consiguen que tu historia sea más atractiva y te ayudan a comunicar de manera más efectiva. Pero ojo, es importante elegir el arquetipo adecuado para que esto suceda.
Al preparar tu próxima charla, piensa en cuál es el mensaje principal que quieres transmitir y qué arquetipo puede ayudarte a contar esa historia. ¿Quieres inspirar? Usa al Héroe. ¿Quieres enseñar? Sé el Mentor.
Recuerda, el verdadero poder de los arquetipos está en su capacidad para conectar con las emociones de las personas. Así que elige el que mejor represente tu mensaje y prepárate para cautivar a tu audiencia.
Por dónde empezar cuando no sabes por dónde empezar
Respeta los márgenes de tu PowerPoint.
Un Word tiene márgenes pero una diapositiva de PowerPoint no los tiene (por defecto). Recuerda siempre dejárselos. No pegues tu texto a los márgenes y deja siempre que la diapo respire.
Hablar en público no acojona
Haz una postura de poder antes de empezar.
Como bien nos cuenta la charla TED de Amy Cuddy, las posturas de poder, como estar de pie con los pies separados y las manos en las caderas, pueden aumentar tu confianza antes de subir al escenario.
Charla recomendada
Graham Hill empezó su charla TED sentado en una caja de mudanza y preguntando al público si las cosas que tenían les hacían felices. ¿Qué arquetipo dirías que está usando para su charla?
Una joyita.
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