Se presta mucha atención al primer minuto, y con razón.
De hecho la mayoría de personas dedican mucho tiempo a pensar en cuál será esa primera frase impactante.
En alguna técnica sorprendente para captar la atención de la audiencia.
Hace algún tiempo ya te dimos 10 ideas de apertura para meterte al público en el bolsillo nada más empezar.
Y es que tendemos a creer que lo más complicado de una charla es el comienzo.
¿Cómo hacer para captar la atención del público desde el primer minuto?
Pero quienes llevamos un tiempo en esto sabemos que, a menudo, lo realmente difícil es el cierre.
Esa última frase, esa conclusión final, el momento en que el público decide si recordará lo que has dicho o si será una charla más.
Y aquí va el desafío: un buen cierre no solo resume lo que dijiste, sino que logra lo imposible: dejar a la audiencia con ganas de más.
Entonces, ¿cómo cerrar una presentación para que tu mensaje resuene mucho después de que la audiencia se levante y vuelva a sus vidas?
Aquí te traemos 10 técnicas, cada una con un toque único para diferentes estilos, temas y, sobre todo, para distintos tipos de público.
1. Volver al principio
Si comenzaste tu charla con una pregunta, una anécdota o incluso una idea provocadora, el cierre ideal puede ser darle una respuesta o un giro que cierre el círculo.
Imagina que tu charla, por ejemplo, abre con una pregunta del tipo: “¿Qué pasaría si descubrieran que la mayoría de su tiempo se pierde en reuniones nada productivas?”
El cierre perfecto sería reflexionar sobre cómo las reuniones se han convertido en una especie de cáncer para las organizaciones.
Al volver al principio, estás creando una narrativa redonda, y la audiencia percibe que cada minuto escuchado tiene un sentido.
2. Llamado a la acción
En Game of Talks siempre buscamos que las ideas no se queden en el aire, sino que pasen al terreno de la acción. Un cierre efectivo puede ser ese empujón necesario para que tu audiencia se anime a hacer algo concreto.
Por ejemplo, podrías decir: “Hemos hablado de herramientas, de estrategias… pero nada de esto sirve si no se aplica. Así que aquí va un desafío: mañana, elige una idea de esta charla y ponla en práctica. No esperes. Date la oportunidad de cambiar.”
Con una llamada a la acción clara, estás dándoles una tarea, un paso siguiente que les hace sentir que pueden llevarse algo tangible.
3. Dejar una pregunta abierta
Cerrar con una pregunta es una forma de invitar a la audiencia a seguir pensando y discutiendo después de la charla. Este tipo de cierre funciona particularmente bien cuando hablamos de temas abiertos a la interpretación.
Por ejemplo: “Ahora que saben todo esto, la pregunta es: ¿qué están dispuestos a hacer para lograr el cambio que desean?”
Es un cierre que remueve, que deja pensando. Es la antítesis de un final cerrado; en vez de eso, es como abrir la puerta a una conversación que continuará en sus mentes.
4. Contar una anécdota final
A todos nos gusta una buena historia, y cerrar con una anécdota suele dejar un impacto duradero. Imagina que terminas con una historia breve y potente que refuerce la idea principal de tu charla.
Puede ser algo que le sucedió a alguien, un ejemplo de vida, o incluso un detalle personal que ilustre tu mensaje. “Hace unos años, alguien muy cercano decidió cambiar de carrera en plena crisis económica. Todo el mundo le dijo que estaba loco… y hoy, cada vez que lo veo, me recuerda que a veces vale la pena saltar, aunque no veamos la red.”
Ese tipo de cierre humaniza la charla, crea una conexión emocional y ayuda a que la idea permanezca.
5. Resumir en una frase
A veces, menos es más, y terminar con una frase que sintetice el mensaje principal de tu charla puede tener un efecto poderoso. Es un cierre que suele funcionar muy bien cuando la charla ha sido densa o cargada de información, porque permite a la audiencia llevarse un concepto claro.
Por ejemplo: “Recuerden: a veces, el único límite es la percepción que tenemos de nosotros mismos.”
Esta técnica es ideal para cerrar con fuerza sin prolongar innecesariamente la presentación.
6. Agradecimiento sincero
Cerrar agradeciendo sinceramente a tu audiencia no solo es una muestra de humildad, sino que también establece una conexión honesta y humana.
En un entorno donde las relaciones son clave, reconocer el tiempo que el público ha dedicado a escucharte puede ser un detalle que marque la diferencia.
Puedes decir: “Gracias por su tiempo, por su atención, y por permitirme compartir con ustedes. Espero que algo de lo que escucharon aquí hoy les sea útil.”
7. Imagen o visualización
Invitar a la audiencia a imaginar algo es una técnica visual que ayuda a grabar el mensaje en sus mentes.
Podrías terminar con algo como: “Imaginen por un momento que todo lo que hemos hablado aquí se pone en práctica. Imaginen cómo sería su día a día si cada conversación fuera un poco más abierta, si cada decisión tuviera un propósito claro. Ese cambio no es imposible. Solo es cuestión de quererlo y de ponernos en marcha. Muchas gracias.”
Con una visualización, estás dejando una semilla, una imagen mental que los acompañará más allá de la charla.
8. Cita inspiradora
Si encuentras una cita que capture la esencia de tu mensaje, terminar con ella puede dar un toque final elegante y reflexivo.
Un ejemplo: “Como decía Maya Angelou, la gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir. Espero haberles dejado algo que los haga sentir que pueden lograr ese cambio.”
Una buena cita condensa las ideas en palabras de otro, pero también da peso y respaldo a lo que has compartido.
9. Reflexión personal
Si te sientes cómodo compartiendo algo personal, un cierre con una confesión o una reflexión auténtica puede ser muy efectivo.
Puede ser algo tan simple como: “No soy un experto, pero intento aprender cada día y aplicar lo que comparto con ustedes. Y en ese camino, cada charla me enseña algo. Gracias por ser parte de ese aprendizaje.”
Esta vulnerabilidad final crea un espacio de confianza y cercanía, mostrando que la charla es un intercambio y no una lección unilateral.
10. Deja un reto abierto
Lanzar un desafío final es una forma de comprometer a la audiencia con el mensaje.
Algo como: “Mi reto para vosotros es que, durante esta semana, os enfrentéis a una situación incómoda, pero necesaria para crecer. Puede ser una conversación pendiente, una decisión que has estado postergando… lo que sea. Pero hazlo.”
Este tipo de cierre es contundente porque les da un propósito práctico y les invita a llevarse algo más allá de la teoría.
Cada uno de estos cierres puede dar a la audiencia una razón para recordar la charla y llevarse algo más profundo.
La clave está en elegir un estilo que se sienta auténtico y que encaje con el mensaje principal. Un cierre efectivo es mucho más que una frase final; es el sello que cierra una experiencia, que solidifica el aprendizaje y que invita a la audiencia a llevarse algo significativo.
Por dónde empezar cuando no sabes por dónde empezar
📝 Saca papel y lápiz, y empieza ya
Cuando te enfrentas a algo completamente nuevo, como dar una charla, a menudo el mejor punto de partida es definir solo el primer paso.
No necesitas por ahora una estrategia completa, solo algo pequeño y alcanzable para ponerte en marcha.
Pregúntate: ¿cuál es la idea que quieres transmitir con tu presentación?
A veces, ese simple primer paso es solo tomar un lápiz y anotar ideas. Lo importante es que comiences a mover la rueda.
Hablar en público no acojona
🙏 Nadie quiere verte fracasar
Hablar en público no es una tortura medieval; de hecho, se convierte en una oportunidad única para conectar.
¿El truco? Preparación y perspectiva.
En lugar de verlo como una prueba, míralo como una conversación. No necesitas eliminar los nervios; solo domarlos para que trabajen a tu favor.
La clave está en enfocarte en el mensaje y recordar que el público, en el fondo, está deseando verte triunfar. Da el primer paso: un mensaje claro, algo de práctica y el compromiso de disfrutar el proceso.
A veces, es solo cuestión de atreverse.
Charla recomendada
La charla de Amanda Palmer te hace pensar desde el primer minuto. Ella reflexiona sobre la relación entre el arte y las personas de una forma muy original.
Desde luego el inicio de la charla es único, echa un vistazo a cómo utiliza su historia para captar la atención. Y hacia el final fíjate en cómo utiliza su particular reflexión personal para hacer un buen cierre.
Por cierto, la charla acumula ya más de 13 millones de visualizaciones, ahí es nada.
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