Seguro que alguna vez has visto a alguien hablar en un escenario y has pensado que esta persona ha nacido para hablar en público… Incluso que había nacido como la reencarnación de Obama.
Todos hemos tenido alguna vez este tipo de pensamientos cuando nos llaman la atención habilidades que pensamos que no tenemos.
La realidad es más tozuda… y es que, como siempre decimos (porque es la realidad)… a hablar bien en público se aprende. Y te lo vamos a demostrar con los cinco siguientes puntos porque, ¿cuáles son las principales cualidades de un buen speaker?
La claridad
O sea, la capacidad para presentar las ideas de forma clara y concisa. Si cuando hablas no te entiende nadie, da igual lo bien que lo hagas… Hablar con claridad implica organizar tus ideas de una forma coherente, usar un lenguaje fácil de entender y evitar la jerga innecesaria.
La empatía
De la empatía ya hablamos la semana pasada… Tiene que ver con entender a tu audiencia en cada momento. ¿Cuáles son sus preocupaciones? ¿Qué preguntas tienen? ¿Cómo puedes ajustar tu tono y estilo a ella? Y, por supuesto, hacer un esfuerzo para interactuar de forma que se sientan valorados y entendidos.
Adaptación
Ya nos gustaría que todo saliera siempre como queremos… pero va a ser que no. Una persona que habla bien en público es capaz de adaptarse a cualquier situación, manejar interrupciones y audiencia complicada, ajustándose a cambios en el tiempo asignado o respondiendo a preguntas inesperadas.
Pasión
¿Podemos aprender a ser apasionados? Complicado. Pero sí es algo que podemos cultivar. Si no nos apasiona el tema del que estamos hablando será imposible que transmitamos pasión por él. Cuanta más pasión pongamos en nuestra charla, tanto más atractivo resultará el tema para nuestro público. ¿Cómo podemos hacer sentir algo a nuestra audiencia si no?
Preparación
Last, but not least… nunca debemos minimizar la necesidad de estar preparados. Un guion memorizado, una charla ensayada, conocer el tema a fondo, comprender bien a la audiencia… Ensayar, ensayar y volver a ensayar…
Y este es el gran secreto de los grandes oradores, practicar mucho, muchísimo… y prepararse.
Charla recomendada
Casi seguro que la has visto, pero por si acaso aquí está: la charla de Steve Jobs en Stanford. No es perfecta, técnicamente le podríamos sacar unos cuantos defectillos. Y aún así funciona, conecta con el público y un montón de años más tarde es recordada por muchos. Así que algo hay en la charla que la hace especial. ¿Adivinas qué es?